martes, 19 de mayo de 2009

La importancia de los rasgos como factor de estrés.

Te has sentido bien o mal ante una persona que recién conoces, indiferente o esquivo.
Te dices “ay que mala onda! Tiene este tipo” con solo verlo.
“Nuestra química no va”, o “me siento que puedo confiar totalmente de esta persona!”...

Lo ejemplificaré de este modo:
Hace un tiempo fui a almorzar a un restaurante.
Cuando apareció el mozo, súbitamente me alegré como si viera a un viejo conocido. Así que me controlé y me quedé observándome que me estaba pasando, ya que el mozo era un desconocido.
Entonces desde mi inconsciente apareció eso, era que este mozo tenia la misma postura y varios rasgos similares a una persona muy allegada y querida por mi hace catorce años atrás.
Esto mismo me pudo haber pasado al revés, es decir con pánico o con ganas de irme del lugar con solo ver a alguien que se “parece a...” con quien no tuve buenas vivencias.
EL Hipotálamo registra siempre estados de confrontación o huida y ante la novedad siempre prevalece lo primario que es la autopreservación, hasta que estamos en un lugar que seguro, pasamos a un modo mas sensitivo con el cual podemos entender que nos pasó.
Los rasgos de otro también son un dato clave cuando estrés se refiere, que es sumamente sutil.


Eduardo Juan Breitenberger
CFt Jun 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario