jueves, 21 de mayo de 2009

Niños poco motivados, niños estresados.


Es un tema que está en los medios de difusión cada vez mas presentes.
Niños que se tratan de adaptar un mundo de soledades y de exigencias que no son propias para ellos.
Hace unos meses, vi a una mamá que llevaba a su hijita de unos cinco años, iban caminando juntas, ambas dispersas y faltas de atención, en eso la nena se da un golpe contra un poste, y se larga a llorar, la madre asustada explota en ira y la maltrata, diciéndole una serie de improperios. Y luego dijo: “me estas dejando como una tonta ante los demás”.
Pasan los meses y veo una escena similar, lo mismo, pero con otra mamá y otra nena, la mamá se pone a la altura de la nena y la abraza y le da un beso. La nena calma el llanto, el dolor y la contusión se va para siempre, la otra historia es diferente…
Seguimos neurotizando a nuestra sociedad… y como decía mi abuela, “A donde vamos a parar? eh?”
Estos ejemplos se repiten todos los días, un jefe que maltrata, otro que tolera, otro que acompaña, madres y padres imágenes de autoridad que siempre ponemos en nuestros superiores, pero actuamos con las mismas heridas emocionales o los mismos amores que hemos recibido, según sean nuestras historias de vida.
La otra parte de este artículo es la sobre exigencia del niño o la niña, en sus quehaceres y responsabilidades.
Suelo medirlas según la mochila que llevan al colegio, es un medio emblemático pues es la carga que lleva en las espaldas… la responsabilidad.
Donde ha quedado el juego! Si tanto nos cuesta a los adultos reencontrarnos en el juego, que necesitamos de zinnia todo el tiempo, no se los quitemos a los niños. No dejemos otra sociedad neurotizada para el mañana.
La hiperactividad puede provenir del grado de aburrimiento. El aburrimiento se lo ve ¡tan tonto!, sin embargo es el oxido que no deja mover la creatividad, una de las causas de tantos desequilibrios psicosomáticos.
Si recortamos los horarios del juego y la diversión innata en los niños lo que estamos ayudando a formar no es a seres humanos perfectos ni exitosos, sino acrecentamos la tristeza, madre de la desesperanza y la depresión, hagamos algo por mejorar la salud ambiental de nuestros niños.
En consulta me asombran… he tratado a niños hiperesponsables entre 9 a 14 años, con temores de niños de 5 añitos! Luego necesitan más estimulación y conocemos ya el problema.
Se que el ser humano no es simple, hay mucho mas complejos en los desequilibrios de las personas, pero podemos prevenir desde la niñez, lo escucho al Dr. Escardó, y a otros que ya no están físicamente, pero que su obra siempre es un faro de buen destino.
No por pecar de viejo, ni estar recordando buenas épocas, pero la infancia que tuve permitía algo importantísimo: el asombro.
Solo en el asombro nos sentimos vivos.

Link de noticias para ampliar: http://ar.news.yahoo.com/s/03112008/24/noticias-entretenimiento-estres-infantil-aumento-presion.html


Eduardo Juan Breitenberger
CFt Ene 2009

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