martes, 12 de mayo de 2009

Sobre los bosques


Argentina como otras latitudes de Gaia, está en emergencia forestal.

Los árboles y en su conjuntos los bosques y las selvas son la piel del planeta, pensemos a un ser humano con zonas quemadas y arrancadas nos da un panorama de un estado de emergencia, esto es un ser humano con riesgos graves de deshidratación he indefensión.

La tarea de reconstruir los medios naturales, no solo deben ir de políticas ambientales adecuadas, sino de la conciencia global despierta de todos nosotros.

Por lo general cuando se destruyen los lugares forestados, estamos modificando el medio ambiente de un modo inimaginable, pues como la piel, todo tipo de agente patógeno restringido a áreas bien establecidas se libera.
Todo el ecosistema es alterado, eso ya lo sabemos, pero entre saber y actuar hay un buen trecho.

Solo a través de nuestra propia luz interna y de nuestro amor podremos tener las respuestas justas, para esta tarea por venir, no solo es conseguir leyes que amparen los medios ambientes, sino tener la conciencia de evitar de usar de amparo un árbol de 70 años para encender el fuego del asado. Estos pequeños detalles son reflejo de los grandes desastres ambientales, que se realizan de un modo indiscriminado.

Supongamos que estemos ante un niño mudo que no puede gritar, o que su frecuencia de vos supera nuestro medio audible, esta es la forma en que toda la naturaleza está sufriendo.

Para ampliar una autopista por ejemplo se quitan más de cien árboles de Eucaliptus que promedian el siglo de vida, pienso si no hay otro medio de poder disponer del espacio para poder proteger al sanador de la tristeza que es el Eucaliptus, la deforestación también está cerca de casa, y avanza como una epidemia.

Podemos pensar en América como países de edad adolescente, tal vez por ello en otros países “mas viejos”, planifican una autovía teniendo en cuenta también al medio ambiente.

Los seres humanos no podemos disponer solo de la ayuda de los Devas para superar esta crisis ambiental, sino debemos cambiar nuestra actitud y colaborar en pos de nuestra propia existencia, pues la piel de la selva es nuestra propia piel.

Ya llegamos al límite de percibir la experiencia limitada que nos provee existir por medio de un cuerpo físico, es hora de despertar a la verdad de la unidad, esa unidad empieza desde nosotros a los demás y al planeta todo.

Para empezar podemos usar nuestro poder interno para ayudar en el cambio de conciencia pues como todo está unido y así como el miedo fuera instaurado alguna vez, podemos ahora hacer correr el Amor y la regeneración por toda la Red planetaria.

Tanto el potencial Humano como el Devico unidos pueden realizar tamaña tarea.

Eduardo Juan Breitenberger
CFt Oct 2007

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